Cómo fomentar la autonomía en los niños

La autonomía es la facultad que tiene una persona de obrar según su propio criterio sin la injerencia de la opinión de otros.

¿Por qué es importante fomentar la autonomía en los niños?

Incentivar la autonomía es importante, ya que esta es la facultad que le permitirá ser capaz de realizar tareas y actividades por sí mismo. Los especialistas han determinado que aquellos niños que tienen poca autonomía tienen problemas de aprendizaje, problemas de socialización, poca iniciativa y son más dependientes.

¿Cómo se educa en autonomía?

Puede parecer un concepto algo abstracto y difícil de realizar, más todavía cuando la educación en autonomía depende del grado cognitivo en el que se encuentre su hijo. Es decir, su edad determinará qué tan autónomo puede llegar a ser.

Entre los tres y cinco años de edad, conviene que lo incentive a hablar sobre sus necesidades, miedos, intereses pero no sólo a usted, sino a otras personas fuera del entorno familiar. En esta edad debe promover acciones como ir al baño solito, dormir solo, cepillarse los dientes por su cuenta y ponerse prendas básicas de ropa.

Aprenda cómo enseñarle a su hijo a ir al baño solo en: /articulo/como-ensenarle-a-su-hijo-a-ir-al-bano

Luego, entre los cinco y los ocho años, su pequeño ya estará yendo a la escuela. Debe fomentar autonomía en cuanto a la comida, la higiene personal, sueño y deberes escolares. Debe empezar a forjar su criterio en cuanto al tiempo de estudio y el tiempo para divertirse.

Finalmente, desde los ocho años hasta la adolescencia, usted debe fomentar la autonomía de su hijo en los deberes diarios. Deberá saber diferenciar plenamente los momentos para estudiar, para divertirse, para realizar su disciplina, etc.

¿Qué acciones puede llevar a cabo para fomentar la autonomía de su hijo?

Educar en autonomía es algo complejo, sin embargo, hay ciertas acciones que usted puede llevar a cabo para que empiece a hacer que su hijo sea mucho más independiente. Para ello, recomendamos:

  • Si se equivoca, hable con él sobre qué hizo mal y cómo puede hacer la próxima vez para que tenga éxito.
  • Enséñele a esperar su turno.
  • Confíe en las capacidades de su hijo, no lo subestime.
  • Enséñele su número de teléfono, dirección, profesiones de los padres, etc.
  • No premie buenos comportamientos con regalos, guarde estos sólo para ocasiones especiales.
  • Invítelo a hacer su propia lonchera. Usted puede pedirle que sea su asistente y que le pase los utensilios que necesita.
  • Establezca horarios.
  • Procure que su hijo realice alguna disciplina, bien sea un deporte o una actividad musical.
  • Invítelo a que diga sus ideas sobre las vacaciones familiares o algún evento.
  • Limite el tiempo de le dedica a la televisión diariamente.
  • Déjelo equivocarse, no lo evite. Una vez que se equivoque, explíquele los motivos.
  • Premie el buen comportamiento con comentarios positivos que lo incentiven a continuar con dicha conducta.