La prueba de Tamizaje Neonatal

Ya pasó el momento del alumbramiento. Esa personita que tanto esperaste ya está entre tus brazos. Todo salió de maravilla y tú y tu bebé regresan a casa en medio de la alegría de familiares y amigos. Pero, aunque tu nuevo hijo esté aparentemente sano, podría manifestársele una enfermedad durante las primeras semanas de vida, produciéndole daños irreversibles a su salud o incluso la muerte.

¿Cómo averiguar si el bebé nació con una enfermedad que lo pone en peligro? Con la Prueba de Tamizaje Neonatal, conocida también como Prueba del Talón, que busca detectar varias enfermedades en los primeros días de nacido, para darle el tratamiento que minimice o acabe por completo con los efectos que podrían afectarle por toda la vida.

Algunos de los trastornos que causan estas enfermedades son: retardo mental, problemas de crecimiento, mal funcionamiento cardíaco y hasta la muerte.

Especialistas en microbiología aseguran que lo que se busca con esta prueba es detectar enfermedades que tengan solución con tratamientos y dietas especiales.

En varios países, las clínicas , los centros de salud, los hospitales y los consultorios privados realizan esta prueba de manera gratuita.

El proceso es muy sencillo. Consiste en extraer unas gotas de sangre del talón del bebé, que serán analizadas en un laboratorio especializado.

Se lograrán mejores resultados si la prueba se realiza entre los 4 y 7 días de nacido. Médicos especialistas señalan que es ideal hacerla a los 4 días, porque es cuando está en su pico más alto la concentración de hormonas o sustancias que causan las enfermedades.

Al determinarse una prueba con problema, la madre será informada de inmediato y el niño será referido a la consulta médica especializada, para iniciar el tratamiento lo más rápido posible. Entre más pronto se suministren al bebé los medicamentos y alimentos especiales, más probabilidades hay de que no tenga consecuencias en un futuro, o que éstas sean minimizadas.

Recuerda la importancia de llevar a tu hijo recién nacido a realizarse esta prueba. Ese piquetito que de seguro lo hará llorar, puede salvarle la vida. En este caso se cumple al pie de la letra el refrán que tanto nos repetían nuestros abuelos: «No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy».