¿Qué es la placenta accreta?

¿Qué es la placenta accreta?

La placenta accreta es una condición que ocurre cuando la placenta se adhiere de forma excesiva a la pared uterina.

¿Qué es la placenta?

La placenta es un órgano que se forma durante el embarazo y tiene la función de producir un intercambio de los nutrientes que consume la madre y transmitírselos al bebé a través del cordón umbilical, así como también sirve para excretar los fluidos provenientes del feto durante su desarrollo dentro del útero.

¿Qué es la placenta accreta?

Los especialistas han determinado que la placenta accreta es una condición muy poco común, ya que se estima que sólo 1 de cada 2.500 embarazos la presentará. En la gran mayoría de los casos, la placenta se adhiere al miometro, el cual constituye la cubierta muscular del útero. No obstante, también existen otros tipos de esta condición, denominados placenta increta y percreta. La primera penetra con mayor profundidad la pared uterina, mientras que la segunda puede penetrar a tal profundidad que, incluso, puede expandirse a órganos próximos al útero como, por ejemplo, la vejiga.

¿Por qué ocurre?

Hasta los momentos se desconoce la razón por la cual la placenta presenta una penetración profunda en la pared uterina. No obstante, se ha determinado que las pacientes que han sido sometidas a una cesárea u otro tipo de cirugía en el útero, así como aquellas que presentan placenta previa, suelen ser más propensas a presentar esta condición.

Descubra qué es la placenta previa y cómo se diagnostica en: /articulo/la-placenta-previa-y-el-desprendimiento-prematuro-de-placenta-dpp-causas-de-sangrado-en-el-embarazo

¿Cómo se diagnostica la placenta accreta?

El síntoma de esta condición es la hemorragia vaginal sobre el tercer trimestre de embarazo y, a través de un ultrasonido, el médico puede diagnosticar el trastorno.

¿Qué ocurre en el nacimiento del bebé?

Por lo general, las mujeres que presentan esta condición deben ser sometidas a una cesárea antes de la fecha término del embarazo. Luego del nacimiento del bebé, la placenta provoca una hemorragia que puede ser fatal para la madre, razón por la cual el médico deberá extraerla mediante una cirugía.

Lamentablemente, la mayoría de los casos ameritan una histerectomía, la cual implica la extirpación del útero.