Quemaduras

El manejo del niño quemado es muy difícil, porque consta de la medicina terapéutica o curativa para resolver el problema y la prevención de las quemaduras la cual es la verdadera solución. El tratamiento ideal de un niño quemado es que no se queme, aunque suene discordante. Cuando está quemado ya el daño está hecho, bien sea leve, moderado o grave.

Existen múltiples pautas al nivel de organismos internacionales de salud encargados de cuidar las quemaduras como parte de los accidentes. La Organización Mundial de la Salud suministra una serie de folletos educativos sobre la prevención de accidentes que forman parte de la primera causa de muerte en le mundo, ocurran en el hogar, por armas de fuego, o de tránsito. Las guerras se pueden incluir dentro de los accidentes.

Un importante tema como es el manejo dermatológico e interdisciplinario del niño quemado entre algunas de las causas de las quemaduras: artefactos eléctricos, gasolina, kerosene, derivados del petróleo, agua hirviendo, fuego, etc.

En el hogar hay lugares propicios para producirse quemaduras, como: Los grifos de aguas y la cocina. Lo primero es evitar accidentes, la función de prevención pertenece a la comunidad y el médico, al igual que el maestro, los padres, vecinos han de estar instruidos al respecto.

¿Cuando hospitalizar a un niño quemado?

Analizamos la extensión de la quemadura, su profundidad, estudiar las zonas para comprobar si son vitales (cara, cuello, genitales, manos). Es elemental conocer con qué ocurrió la quemadura si fue con un líquido espeso caliente es más grave que con agua. Depende de la extensión, profundidad y la distribución. La electricidad puede causar un orificio muy pequeño con una profundidad grande capaz de lesionar los tegumentos y ser más grave que otro tipo.

Ya sabemos que lo primero es evaluar la situación del accidente y del paciente con un criterio claro, porque si la lesión aparenta ser leve hablamos con los padres en calma. Pero, si es un paciente que ingresa con una gran superficie quemada, inconsciente, con dificultad respiratoria, etc.; uno tiene que actuar e interrogar simultáneamente.

Depende de sí están comprometidos los signos vitales, o la circulación, o la tensión arterial, hay que proceder desvistiendo al paciente, retirándole las prendas que oprimen su cuello, vías respiratorias. Quitarle cuerpos extraños si ha tragado algo y permeabilizar su vía aérea, garantizarle que respire, retirar los aparatos de ortodoncia si los usa.

En necesario, además, garantizar una vía venosa para pasar soluciones o líquido porque de manera contraria el paciente entra en SHOCK. Estudiar su función renal, ver cómo orina, bien sea con una bolsa recolector de orina, o una sonda vesical. Controlar la tensión arterial y a la vez, evaluar la localización y otros detalles de la quemadura. El diagnóstico se basa en lo ya mencionado y éste permite un pronóstico.

¿Que Revela El Primer Diagnóstico?

Este nos indicará si el paciente lo manejaremos ambulatorio u hospitalizado. Ambulatorio, si la quemadura es menor de 10 por ciento de la superficie corporal. Existen unas reglas para calcular esa superficie y detallan cuánto es el porcentaje que representa cada miembro, cada parte del cuerpo, cuánto representa de ese total la superficie corporal.

Si una persona tiene una quemadura que es profunda y que antes denominaban de «Tercer grado» dependiendo de la profundidad y que hoy se llama lesión de espesor parcial, o de espesor total. Vienen siendo un sinónimo de las anteriores (Primero, Segundo y Tercer Grado).

Una lesión de espesor parcial puede ser superficial o profunda; superficial si esta lesionada hasta la epidermis, la parte más superficial de la piel. Una lesión parcial puede ser profunda si alcanza la dermis y un total es si compromete a la dermis. Puede haber lesiones de extensión parcial y total dependiendo de la profundidad hasta donde llega, ya sea la piel, las superficies externas o hasta el hueso, que equivalen al primero, segundo y tercer grados.

La lesión de espesor total o de espesor parcial profunda debe hospitalizarse, independiente de que sea o no pequeña.Muchas quemaduras responden con mala cicatrización o infección, algunas trombosis vasculares (problemas en las arterias).

Un criterio es la extensión de cuerpo quemado, otro criterio es la profundidad. Si es una lesión de espesor parcial superficial como una quemada con fósforo, que ocasiona una ampolla, eso se maneja ambulatorio.

Aún se discute la hospitalización de un paciente pequeño, menor de 4 años, porque hay quienes afirman que aunque tenga lesiones de 10 por ciento menos, pero de esa edad hay que observarlo en el hospital al menos las primeras 24 horas.

Todo niño quemado es de alto riesgo y todos aquellos que estén en minusvalía, o con determinada condición de salud entran en esa clasificación. Depende también de la localización, porque si el daño abarca los ojos, el cuello, los genitales, hay que hospitalizarlo aunque la lesión no sea de gran extensión o profundidad.

«Hay que individualizar a cada paciente, evaluarlo en forma integral. Luego de ese diagnóstico sabemos si hospitalizarlo, o no. El próximo paso es la conducta en base al examen practicando, el tratamiento es local: Un buen aseo. Limpian la quemadura a fin de evitar las infecciones, pero no como limpiaban antes con un cepillo para raspar y levantar el área de la lesión.

Debemos de mantener la flictena, o ampolla, la burbuja que se produce y podemos pincharla para disminuir el líquido. Esa ampolla debe pegares otra vez en la piel porque ayuda a la cicatrización y protege mejor».

Las quemaduras mal llamadas de «Primer grado», o de espesor parcial, evolucionan muy bien en un par de semanas si no se infectan. Lo primero que se hace ante una quemadura de esta es limpiar la zona con agua y jabón; si se quemó con algo caliente lo ideal es contrarrestar el calor con agua fría.

El calor disminuye la piel actuando sobre sus proteínas hasta destruirlas. Lo indicado es el agua fría a la brevedad posible, evaluar la magnitud, extensión y profundidad. Si es de espesor parcial después de limpiara es prudente ponerle una crema de Sulfadiazina de plata que ayuda a cicatrizar.

Las quemaduras superficiales duelen y mientras más profundas menos dolor causan porque se destruyen los nervios de la piel. Si está roja, hay ampollas, es superficial y duele seguro tiene buen pronóstico.

El problema será para quien tiene una quemadura de espesor parcial profunda, o espesor total porque si es muy profunda o ubicada en una zona delicada repercutirá en todo el organismo.

Las quemaduras graves se pueden complicar con deshidratación, fallas de un riñón, insuficiencia renal por deshidratación. Las quemaduras extensas hacen perder líquido, proteínas. El paciente desde el punto de vista hemodinámico circulatorio se complica. Hay que tener las mejores condiciones para estabilizar sus funciones y se practican una serie de exámenes.

Es probable una infección y desde el primer momento es mejor combatirlas. Todos tenemos bacterias en la superficie de la piel que viven en equilibrio ecológico porque no hay problema, pero si se pierde la estabilidad invaden. Tenemos estreptococos, estafilococos, bacterias que nos colonizarán.

Otras bacterias las introducimos con los catéteres o con las manos sucias antes de tratar al quemado, o si están ausentes las condiciones de asepsia y si no empleamos material descartable. Una unidad de quemados debe reunir las máximas condiciones de asepsia.

En el manejo del quemado todos los especialistas tienen igual importancia porque es un equipo multidisciplinario y lo definitivo es cómo se maneja el caso desde el primer momento. Es vital el manejo integral del quemado.

Cada especialista aporta su grano de arena decisivo en la recuperación: Infectólogos, Nefrólogos, Cirujanos Plásticos, Pediatras, Psicólogos, Psiquiatras, Nutricionistas han de trabajar por igual. Cada uno tiene su momento para actuar . Por supuesto que el dermatólogo tiene una función determinante en el manejo de estos pacientes.

Lo triste es llegar al tratamiento del quemado y es mejor trabajar en la prevención donde existe un gran vacío de información. Las escuelas pueden invalidar una vida y desgraciadamente, no hay educación a ningún nivel.

En una casa observamos el televisor al lado de una cocina y una vela, mientras los niños juegan alrededor. Maestros trabajadores sociales, los comunicadores, los médicos deberían hacer una constante en la información preventiva de las quemaduras.