Síntomas y tipos de placenta previa

Síntomas y tipos de placenta previa

La placenta previa es una condición que ocurre cuando dicho órgano se coloca por encima del cuello uterino y obstruye la salida natural del bebé después de la semana 20 de embarazo. Esto puede poner en peligro la vida del bebé durante el parto.

¿Qué es la placenta y cómo debe posicionarse en el embarazo?

La placenta es un órgano que se genera durante el embarazo con el fin de transmitirle nutrientes al bebé para que crezca y se desarrolle dentro del útero. La posición ideal de la placenta durante el embarazo es en la parte alta del útero, ya que deja el espacio suficiente para que el bebé pase a través del canal de parto.

¿Cómo se detecta la placenta previa?

La placenta previa se diagnostica mediante una ecografía. Durante la misma, el médico la evalúa y contempla la esperanza de que esta cambie o no de posición para el final del embarazo.

Debe recordar que es importantísimo que usted asista a sus citas prenatales cuando su médico lo indique. Sólo así puede asegurarse de que su embarazo esté marchando bien y sin complicaciones. En caso que exista alguna complicación en su embarazo, su médico será capaz de identificarla a tiempo para darle el tratamiento que necesita y salvaguardar su salud y la de su bebé.

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¿Cuáles son los tipos de placenta previa?

La placenta previa puede clasificarse de diferentes modos dependiendo de cómo se presente:

  • Completa o total: ocurre cuando la placenta obstruye y recubre totalmente el orificio uterino cervical
  • Parcial: ocurre cuando la placenta cubre parte del cérvix
  • Marginal: ocurre cuando el borde de la placenta está en contacto con el orificio cervical
  • De inserción baja: ocurre cuando la placenta está cerca del orificio cervical pero no en contacto con él

¿Cuáles son los síntomas?

El síntoma más característico de la placenta previa es la hemorragia vaginal, el cual suele presentarse a finales del segundo trimestre de embarazo. Dicho sangrado puede ser intenso y detenerse por sí solo.

Si usted tiene cualquier tipo de sangrado, bien sea leve o profuso, en cualquier etapa del embarazo debe llamar a su médico de inmediato.