Sufrir de epilepsia antes y durante el embarazo

La epilepsia es un trastorno cerebral que afecta a 1 de cada 200 personas. Las personas que sufren de esta condición presentan convulsiones, denominadas crisis epilépticas, en las cuales ocurre una alteración cerebral que provoca cambios en el comportamiento.

Sólo el 5% de todos los niños sufren ataques antes de los 12 años, sin embargo, un ataque de epilepsia no significa que, necesariamente, la persona padezca de esta enfermedad.

¿Sufre de esta condición y desea concebir?

Si usted sufre de epilepsia y está bajo tratamiento continuo, es importante consultar con su especialista y manifestar su deseo sobre concebir. Hasta el momento, los estudios han demostrado que los riesgos del consumo de medicamentos anticonvulsivos durante el embarazo son pequeños, sin embargo, es necesario considerarlos. Se ha determinado que estos fármacos aumentan ligeramente el riesgo de que el bebé nazca con espina bífida, aunque esto puede preverse mediante el consumo de ácido fólico.

Descubra por qué es importante consumir ácido fólico y cómo se relaciona con la prevención de defectos congénitos en: /articulo/que-es-el-acido-folico-en-el-embarazo-y-cual-es-la-importancia-embarazadacom

Podría ocurrir también que su médico decida aumentar la dosis debido a que, durante el embarazo, se produce un aumento del flujo sanguíneo, lo cual puede diluir los niveles del fármaco en la sangre. Si esto ocurre, conviene realizar exámenes de sangre periódicamente para comprobarlo y hacerle seguimiento al embarazo.

¿La enfermedad puede empeorar durante el embarazo?

Los especialistas no han determinado si la enfermedad empeora necesariamente durante el embarazo. Hasta el momento, los estudios demuestran que el 50% de las mujeres que sufren de epilepsia no notarán ningún cambio de la condición durante el embarazo. El otro 50% podría sufrir de un mayor número de convulsiones de las regulares, mientras que otra menos.

¿La epilepsia afecta el embarazo?

Sufrir de epilepsia durante el embarazo significa un aumento del riesgo de sufrir sangrado. Sin embargo, con el seguimiento de su especialista y el suministro del tratamiento pertinente, la epilepsia no debe tener un efecto dramático sobre su embarazo.

En cuanto al bebé, la epilepsia provoca un aumento del riesgo que éste nazca con malformaciones, principalmente en la boca, el corazón y el cráneo. Dichas malformaciones pueden detectarse – en su mayoría – alrededor de las 20 semanas de embarazo.