¿Cuánto debe comer su bebé?

Alimentar a un niño no es una ciencia exacta, ni hay fórmulas específicas para calcular las raciones apropiadas. De cualquier manera, cada bebé desde temprano comienza a mostrar sus preferencias y disgustos hacia ciertos alimentos. Algunas criaturas estarán listas para recibir sus primeras cucharadas de cereal o potaje a los 4 meses y otros a los 6 meses. Las diferencias individuales no se harán esperar.

Tú y el pediatra podrían llegar a un acuerdo para comenzar a introducir en la dieta infantil las frutas, los vegetales y las carnes.

De 6 a 8 meses, puedes ofrecerle a tu hijo 1 ó 2 cucharadas de legumbres cocidas, verduras en puré o frutas en trocitos. Sirve los vegetales antes de las frutas, porque los pequeños tienen un tendencia natural a preferir lo dulce. Si lo deseas, puedes aplastar una yema de huevo cocida y servírsela una vez al día, para que consuma proteína.

De 9 a 10 meses, puedes desmenuzarle el pollo cocido en porciones pequeñas para que el niño no se atragante. Una buena selección de frutas debe incluir bananas y albaricoques maduros. El bebé puede comer 1/4 de taza de cereal o 1/4 de rodaja de pan. Atrévete a servirle hortalizas como papas al vapor, zanahoria rallada y guisantes. Las carnes blandas como el pavo y la carne guisada son las preferidas por los chiquillos. Permite que la criatura coma con los dedos hasta que desarrolle la habilidad manual para sostener los cubiertos.

De 11 a 12 meses, sirve la mayor variedad posible de comestibles para que tu hijo se adapte a degustar todo tipo de platillos. No temas explorar: macarrones con queso, ensaladas mixtas, sopas y cremas de vegetales, arroz con arvejas… lo único que debes recordar es no exagerar con las especias y servirle, en promedio, 2 ó 3 cucharadas.
Es mejor no acostumbrar al niño a comidas muy condimentadas, mientras más naturales sean los ingredientes mejor. A medida que acostumbras el paladar del niño a probar distintos sabores y texturas, él será menos reacio a comer.