Conozca los beneficios del tamarindo en el embarazo

Aunque se dice que es nativo de África, esta fruta exótica crece en árboles excepcionalmente altos de la familia de las fabáceas, como son los chícharos, los frijoles y otras legumbres, sobre todo en lugares cálidos y secos de Asia, México, Venezuela y la India.

Los árboles de tamarindo producen abundantes vainas cafés largas y curveadas, rellenas de pequeñas semillas cafés, rodeadas de una pulpa pegajosa que se deshidrata naturalmente formando una pasta pegajosa. Las vainas se parecen a enormes vainas de chícharo sobre maduradas y cafés.

Después de ser cosechados, los tamarindos frecuentemente son descascarados en preparación para la exportación. De ahí son compactados en pequeñas bolas y envueltos en agua azucarada o maple; a veces se preparan con sal.

Los productos de tamarindo procesados se encuentran en los supermercados, pero recuerde que los aditivos pueden alterar las propiedades nutritivas del alimento.

Lo mejor es comprar tamarindo fresco y en su cáscara. Para conservar su frescura durante algunos meses lo mejor es refrigerarlo.

Beneficios para el embarazo del tamarindo

Como la mayoría de los ingredientes ancestrales, el tamarindo tiene una larga historia en usos medicinales. Varios involucran calmar malestares estomacales, ayudar a la digestión, y como laxativo, problemas muy comunes durante el embarazo.

Los preparados con tamarindo se usan para las fiebres, dolor de garganta, reumatismo, inflamación, e insolaciones. Las hojas y las flores del tamarindo secas o hervidas se usan en cataplasma para inflamaciones de coyunturas, desgarres, bullidos, hemorroides y conjuntivitis.

Similar a las gomas y pectinas encontradas en otras comidas, la pulpa pegajosa de la que hablamos anteriormente contiene polysaccharides sin almidón, que contribuye a su contenido de fibra dietética. Se unen con la bilis para ayudar a desalojar residuos por el colon, reduciendo la probabilidad de que se queden pegados.

Cien gramos de tamarindo contienen 36% de tiamina, 35% de hierro, 23% de magnesio y 16% del fósforo recomendados para la nutrición diaria. Otros nutrientes prominentes incluyen niacina, calcio, vitamina C, cobre y piridoxina.

El tamarindo también contiene niveles altos en ácido tartárico, tal como las frutas cítricas contienen ácido cítrico, ofreciendo no solo una chispa al sabor, sino una evidencia de su poder antioxidante a la hora de remover los radicales libres dañinos que flotan en el sistema.

Otros fitoquímicos que encontramos en el tamarindo incluyen limoneno, geraniol (un antioxidante natural con olor como de rosa), safrole (un aceite natural que también se encuentra en el sassafreno), ácido cinámico, metilo salicilato (una esencia de planta con propiedades contra irritación), pirasina, y alkylthiazoles (fragancias y sabores naturales derivadas de plantas y vegetales). Cada uno lleva su propio sabor y/o propiedad curativa al total de la fruta.