1. Convierte la cinta de kinesiología en tu mejor amiga: Visita a un terapeuta físico para que te ayude a utilizar la cinta con el fin de disminuir las molestias y dolores que provoca el peso del bebé.
2. Empaca un kit de emergencia: De vez en cuando podrás estornudar, reír o toser sin accidentalmente orinarte en pequeñas cantidades. Pero a medida que el bebé crece y cada vez presiona más tu vejiga, esto podría ocurrir con más frecuencia. Arma un kit con ropa interior limpia y cualquier otro articulo que creas poder necesitar ante este tipo de accidentes.
3. Agenda todas tus citas con tiempo: Aunque te creas capaz de recordar todas las citas a las que debes asistir, te recomendamos agendarlas todas al mismo tiempo, de manera que ninguna se quede por fuera.
4. Confía en tu teléfono mas que en tu memoria: El cerebro de embarazo existe, no confíes toda la información a tu cerebro; haz uso de tu teléfono inteligente y anota todo lo que necesites recordar para que nada se te pase por alto.

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