El té de jengibre generalmente se considera seguro para las mujeres embarazadas, al menos en cantidades razonables.

Si bien no existe una dosis estandarizada para el alivio de las náuseas en el embarazo, la investigación sugiere que hasta 1 gramo (1,000 mg) de jengibre por día es seguro.

Esto equivale a 4 tazas (950 ml) de té de jengibre empacado, o té de jengibre casero hecho de 1 cucharadita (5 gramos) de raíz de jengibre rallada empapada en agua.

Los estudios no han encontrado asociaciones entre tomar jengibre durante el embarazo y un mayor riesgo de parto prematuro, muerte fetal, bajo peso al nacer u otras complicaciones.

Sin embargo, alguna evidencia sugiere que el té de jengibre no debe consumirse cerca del parto, ya que el jengibre puede aumentar el riesgo de sangrado. Las mujeres embarazadas con antecedentes de abortos espontáneos, sangrado vaginal o problemas de coagulación de la sangre también deben evitar los productos de jengibre.

Finalmente, beber con frecuencia grandes cantidades de té de jengibre puede provocar efectos secundarios desagradables en algunas personas. Estos incluyen acidez estomacal, gases y eructos.

Si experimenta estos síntomas mientras bebe té de jengibre, es posible que desee reducir la cantidad que bebe.

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