Según algunos especialistas los niños tienen mejor rendimiento en la escuela cuando los padres manifiestan interés hacia sus deberes escolares. Los padres también pueden aprender un poco cuando hacen las tareas con sus hijos. ¿Cómo ayudar?

Conocer al maestro del niño, asistir a las reuniones de padres y participar activamente en las decisiones que involucren las actividades escolares.

Instaure un horario fijo para efectuar las tareas y un lugar acondicionado con los muebles apropiados. La buena iluminación y una silla con respaldar no pueden faltar.

Algunos pequeños trabajan mejor después de la merienda o luego de dormir una siesta. Para otros, el tiempo después de la cena es oportuno.

Reduzca las distracciones al mínimo. Mantenga la Tv, los juegos de video y los equipos de sonido fuera del alcance de los niños. Reduzca las interrupciones provocadas por las llamadas telefónicas.
Asegúrese de que el niño entendió las instrucciones de sus maestros y que sabe cómo hacer su trabajo. Los padres pueden sugerir y ayudar con algunas directrices.

Involúcrese en las actividades académicas del niño. Pregúntele por sus evaluaciones y pruebas escritas. Revise sus tareas y manténgase preparado para colaborar si su ayuda es requerida.

Compre los libros necesarios. No tiene ninguna utilidad el mejorar los métodos de lectura, si no posee los textos que necesita para su trabajo. También puede encontrar la información en bibliotecas y periódicos. Establezca un buen ejemplo. ¿El niño le ve leyendo revistas, libros o cartas? Los niños tienen la tendencia a imitar la conducta de sus padres.

Premie el trabajo de su niño. Coloque sus proyectos de arte en el refrigerador o en cualquier lugar visible. Hágale saber que se siente orgulloso de sus progresos. Si su niño continúa teniendo problemas con sus asignaciones, no dude en conversar con sus maestros, ya que es posible que tenga problemas de concentración y atención.