Carencia de acido fólico afecta a bebes

Un estudio elaborado por investigadores de la unidad de epidemiología Sloan de la Universidad de Boston determinó que el consumo durante el embarazo de drogas que interfieran con la presencia del acido fólico en el organismo puede incrementar el riesgo de una variedad de defectos congenitos.

Los investigadores concuerdan en señalar que la carencia de acido fólico durante el embarazo incrementa el riesgo de espina bífida y otros defectos del tubo neural. Sin embargo, el sospechado vínculo con otros defectos al nacer es menos claro.

Para este estudio, los doctores evaluaron si el riesgo de esto defectos se incrementa si las madres toman medicinas conocidas para interrumpir crisis en el organismo y la absorción del acido fólico.

Los investigadores estudiaron los casos de 6.932 infantes nacidos con paladar hendido, problemas en el corazón o en el tracto urinario. Ellos fueron comparados con 8.387 bebes con otros problemas asociados con la carencia del acido fólico.

La mayoría de las drogas inhibidoras del acido fólico son conocidas como inhibidores de la hidrofolato reductasa (las cuales interfieren la síntesis de ADN). Entre ellas ser encuentran drogas para el tratamiento contra el cancer como aminopterina y metotrexate. También destacan: sulfasalazina, triamtereno, pirimetamina y trimetoprim.

Algunas drogas usadas en el tratamiento de la epilepsia, como fenobarbital, primidona y carbamazepina, también pueden afectar el acido fólico. Los investigadores encontraron que las posibilidades de problemas coronarios así como paladar hendido casi se triplicaban si las madres tomaban algún inhibidor de la hidrofolato reductasa durante los primeros tres meses del embarazo.

Esta posibilidad se duplicaba en el caso de las drogas para el tratamiento de la epilepsia.

A las mujeres con posibilidad de dar a luz se les recomienda tomar multivitamínicos a fin de asegurar la presencia de suficiente acido fólico en el organismo. El estudio, dirigido por la Dra. Sonia Hernández- Díaz y publicado en New England Journal of Medicine, encontró que las vitaminas disminuyen mucho del riesgo de defectos al nacer entre las mujeres que usan inhibidores de la hidrofolato reductasa pero no entre las mujeres que toman medicinas para la epilepsia.

El estudio fue financiado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, entidades gubernamentales y compañías farmacéuticas.