Mamas Malucas

Mamas Malucas

Algún día cuando mis hijos sean suficientemente grandes para entender
la lógica que motiva a los padres, le diré…

Te amé lo suficiente como para…preguntarte a dónde ibas, con quién, y a qué hora regresarías a la casa.

Te amé lo suficiente como para…insistir que ahorrarás dinero para comprarte una bicicleta aunque nosotros, tus padres pudiéramos comprarte una.

Te amé lo suficiente como para…fastidiarte y estar encima de ti durante 2 horas mientras arreglabas tu cuarto, un trabajo que me hubiese tomado a mi sólo 15 minutos.

Te amé lo suficiente como para…dejarte ver mi ira, desilusión y lágrimas en mis ojos.

Te amé lo suficiente como para…dejar que asumieras la responsabilidad de tus acciones aunque los castigos eran tan duros que rompían mi corazón. Pero sobre todo, te amé lo suficiente como para…decirte NO cuando sabía que me ibas a odiar por ello. Esas fueron batallas más difíciles para mí. Pero estoy contenta que las gané, por que al final, también las ganaste tú.

Y algún día cuando tus hijos sean suficientemente grandes para entender la lógica que motiva a los padres, tu le dirás…

¿Tu mamá era mala? Yo sé que la mía sí. ¡Era la mamá más maluca que había en el mundo!

Cuando otros niños desayunaban caramelos, ella nos hacía comer cereal, huevos, leche y tostada. Cuando otros niños almorzaban con Pepsi y galletas, teníamos que comer carne y ensalada. Y puedes convencerte que nos preparaba cenas diferentes a las de otros niños también.

Mi mamá insistía en saber dónde estábamos todo el tiempo.Parecíamos convictos a prisión. Ella tenía que saber quiénes eran nuestros amigos y lo que hacíamos con ellos. Nos da pena admitirlo, pero ella rompió las Leyes de Trabajo de Menores, ya que nos hacía trabajar. Teníamos que lavar los platos, ayudar a sacar la basura, darle de comer al perro, arreglar nuestro cuarto y toda clase de trabajos forzosos.

Ella insistía en que dijéramos la verdad y nada más que la verdad, Cuando llegamos a la pubertad, ella podía leer nuestras mentes.
La vida era difícil. Ella no dejaba que nuestros amigos tocarán la bocina de su carro al llegar a buscarnos a nuestra casa. Ellos debían llegar a la puerta donde ella pudiera conocerlos y saludarlos. Mientras otros amigos y amigas podían tener novios o novias a los 12 ó 13 años, nosotras teníamos que esperar a los 16. Por nuestra mamá nosotros nos perdimos de muchas experiencias con otro niños: Nunca probamos drogas, nunca estuvimos presos, ni fuimos vándalos. Fué todo su culpa. Ahora estamos solos en nuestra casa, estamos bien educados y somos adultos honestos.

Estamos haciendo lo mejor que podemos para ser padres malucos, tal y como lo fue mi mamá. Ya sabemos lo que está mal en este mundo: sencillamente, debería haber mayor cantidad de mamás malucas….