¿Cómo debemos pensar acerca de los riesgos del embarazo? (Parte I)

Las elecciones individuales son importantes, pero las políticas públicas son más importantes.

Numerosas advertencias sobre qué evitar durante el embarazo pueden causar estrés innecesario a las mujeres que ya están ansiosas porque están embarazadas.

Los consejos sobre el embarazo se han vuelto tan frecuentes que se han convertido casi en una industria en sí mismos. El comportamiento personal puede ser importante, pero en relación con muchas de las expectativas acumuladas en las mujeres embarazadas, también se puede exagerar fácilmente.

No hay evidencia sólida, por ejemplo, de que tocar música o leerle a los bebés antes de que nazcan haga una diferencia. Hay alimentos para evitar, pero no hay una dieta mágica que produzca efectos positivos.

Y numerosas advertencias sobre qué evitar durante el embarazo simplemente pueden causar estrés innecesario en la futura madre. La verdad es que hay riesgos que las personas no pueden reducir o eliminar razonablemente. Las elecciones individuales son importantes, pero las políticas públicas son más importantes.

Política pública.

Las condiciones en el útero pueden tener efectos duraderos. «Tienen un impacto duradero en la salud física y mental, el empleo, la educación y los ingresos futuros de un niño», dijo Janet Currie, economista de Princeton. Muchos estudios han relacionado el bajo peso al nacer con los peores resultados educativos y laborales, por ejemplo, y han encontrado que un mayor peso al nacer se asocia con mejores resultados.

La evidencia señala la importancia de los esfuerzos de salud pública (agua limpia, aire limpio, inmunización, nutrición, apoyo directo, incluidos los esfuerzos para combatir el racismo) para ayudar a las mujeres embarazadas, particularmente aquellas con ingresos más bajos.

La lucha contra la contaminación es un ejemplo. Flint, Mich y Newark, así como muchos otros municipios, han enfrentado crisis de salud pública debido al agua contaminada. Aunque es dañino para todos los que lo consumen, el plomo es particularmente dañino para los niños, incluso en el útero, y puede causar desventajas de por vida.

La preparación pandémica es otro ejemplo. La pandemia de gripe de 1918 afectó a aproximadamente un tercio de las mujeres embarazadas y sus fetos. Los estudios encontraron que los afectados por él tenían más probabilidades de sufrir problemas de salud más adelante en la vida. Los investigadores también encontraron un bajo nivel educativo, al igual que un estudio sobre la exposición prenatal a la gripe de 1959 a 2004.

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https://www.nytimes.com/2020/06/15/upshot/pregnancy-babies-risks.html